martes, 17 de febrero de 2009

A dónde el silencio nos lleve.

Hace unos días atrás, creo que fue el Jueves pasado, mi mujer llegó del trabajo y se puso a buscar en algunas cosas de hace años atrás de su especialidad que guarda en la casa. De momento me dijo: mira lo que encontré! Era una impresión que ella misma me había hecho tiempo atrás de "A dónde el silencio nos lleve" escrito por Eliana Pérez-Egaña, quien es madre de un niño con Sindrome de Asperger y que en su momento y antes de conocer de blogs fue una de las lecturas sobre estos temas que más disfruté. Eliana, nacida peruana y desde hace años residente en España nos relata con mucha sinceridad sus experiencias, miedos y alegrías en este camino que lo mismo ustedes que yo, recorremos hoy.
No se si ustedes lo han tenido a mano, pienso que probablemente algunos si, pero de cualquier forma se los recomiendo a los que no lo hayan leído. Se me ocurrió incluso colocarlo en algun lugar de aqui desde dónde lo puedan descargar. Si encontrara algun sitio gratis para hacerlo, por supuesto, pues de mi encuentro con "A dónde el silencio...." a hoy ha llovido un poco y ya lo único que conservo es esta versión impresa que de momento le voy a pasar a Zuilet que creo no lo ha leido. En fin veré que se puede hacer.

Un día de paseo... justamente aquel de la escapada.



miércoles, 4 de febrero de 2009

Así que aprendiz de Houdini.

Recién estuve leyendo en un blog sobre lo peligrosas que resultan las escapadas de nuestros hijos, más aun por su condición y que a causa de esta son menos conscientes aun de los potenciales peligros y no pude dejar de recordar el susto que pasamos en Diciembre pasado. Este día salimos a pasear con Daryl y ya regresando a la casa y al igual que otras veces, lo dejamos avanzar un poco antes de llamarlo y ordenarle parar cuando vemos que se empieza a alejar. Es algo, una pequeña libertad que le permitíamos sobre la base de que el pochoto suele o solía ser un niño bastante obediente pero esta vez no se detuvo cuando lo llamamos sino que se lanzó a correr. De momento vimos que estábamos muy lejos para alcanzarlo por mas que corriéramos también y entonces comencé a gritarle llamándolo por el nombre y ordenándole parar pero nada, o no escuchó o no quiso obedecer. Un conocido nuestro que estaba cercano a por donde iba ya y quiso detenerlo pues iba directo a cruzar una calle que en ocasiones suele ser bastante transitada pero el se le escabulló y siguió adelante. Yo solo sentí que mi voz para llamarle no salía o que se escuchaba demasiado baja y que me entraba un dolor en el pecho, lo vi cruzar la calle, por dónde afortunadamente no pasó carro alguno en ese momento, no solo hacia delante y sino nuevamente hacía atrás –quizás si me escuchó, después de todo- donde finalmente lo pudimos alcanzar y le di una nalgada y lo regañé fuerte. Todo fue cuestión de un minuto, minuto y medio talvez pero que largos y confieso que ese día el dolor en el pecho y el pánico me acompañaron hasta bien tarde.

Luego contándo por teléfono lo sucedido a Zuilet, la mamá del niño supe que en los últimos tiempos habían ocurrido episodios de este tipo con casi todos las personas y familia cercanas a él. Que no hace tanto a la abuela por ejemplo, una persona mayor ya, se le soltó de la mano y se desprendió a correr perdiéndosele de vista y yéndose a jugar a un lugar cercano a la casa dónde alguien –por el barrio todos conocen a Daryl- intento agarrarlo al hallarlo allí solo, pero tampoco pudo. Y movilizados familia y vecinos a todos para buscarlo, lo encontraron justamente en el mismo lugar dónde se le había escapado a la abuela. Había vuelto allí, al mismo lugar.

Estos incidentes son recientes, mi hijo siempre fue, ya lo dije antes, un niño muy obediente, entonces no sé si es la edad, que ya tiene 11 años –edad en que se producen normalmente cambios, también de comportamiento- y se atreve con cosas que antes no, lo hace por maldad y ganas de jugar o si son intentos -aunque quizás mal encaminados- de independencia, que se yo, lo que si tengo claro es que son muy peligrosos y que en lo adelante debemos estarnos muy alertas con él. Y que lo que es conmigo, se le acabaron los mangos bajitos, ahora, por lo menos si estamos en la calle, lo llevo muy bien agarrado. A ver si de verdad es tan bueno como el famoso mago y logra escapárseme otra vez!

martes, 3 de febrero de 2009

Ya estamos

Hola, aquí de vuelta con ustedes. Ha pasado tiempo desde nuestro último post. Los he extrañado y tambien he echado de menos su compañía. Espero en breve, ponerme al día con todos.
Besos nuestros.